A los geniales líderes y pensadores del pasado y el presente que se basaron en principios, por su perenne sabiduría, y a nuestros clientes y sus organizaciones, por su estímulo para cubrir el espacio que media entre la teoría y la práctica.
En mis seminarios suelo invitar a los asistentes a plantear sus problemas más espinososy a formular sus preguntas más arduas, que inevitablemente tienen que ver conconflictos o dilemas que no pueden resolverse empleando enfoques convencionales. Heaquí unos pocos ejemplos:• ¿Cómo puedo equilibrar mi vida personal con mi vida profesional en medio de crisis ypresiones constantes?• ¿Cómo puedo sentirme auténticamente feliz por los triunfos y las aptitudes de losdemás?• ¿Cómo se puede mantener el control sobre la gente y al mismo tiempo concederles lalibertad y la autonomía que necesitan para ser eficaces en sus tareas?• ¿Cómo imbuir los principios de la calidad total y el constante perfeccionamiento entodos los niveles y a todas las personas, cuando éstas han acumulado escepticismo acausa de todos los programas supuestamente exitosos del pasado?
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